sábado, 22 de mayo de 2010

La muerte del cisne.



Un cisne nada lentamente, casi sin moverse, posado sobre su propio reflejo en el agua. Muchos coincidiran conmigo en que es una de las estampas más bellas que nos regala la naturaleza. La elegancia de las formas y el pausado movimiento de este animal han sido siempre una fuente de inspiración, y Saint-Säens nos regaló una hermosa muestra de ello: él, quitándole importancia, la denominó “una noble tontería”.

El cisne es el único número de El carnaval de los animales que se interpretó públicamente en vida de su autor. Fue adaptado para ballet por el coreógrafo ruso Fokin con el título "La muerte del cisne" para la gran bailarina rusa Anna Pavlova, y ha sido interpretado por la mayoría de las más grandes bailarinas del siglo, como Maia Plisietskaia.

Cuenta la leyenda que el cisne, antes de morir, entona uno de los más bellos cantos de la naturaleza. Saint-Säens pone en manos del violonchelo una elegía, una melodía llena de poesía sobre un leve acompañamiento de los pianos, en la que la voz inigualable de este instrumento se alza para invitarnos a soñar.

La danza, la musica, la gracia y belleza de Maia Plisietskaia, logran tocar las fibras mas profundas de mi sentir...que solo puedo decir...¡¡¡que maravilla!!!

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